domingo, 31 de diciembre de 2017

Ismael de Tomelloso en la Navidad de 1936



“La Nochebuena de 1936 la pasaron juntos Pedro Cuesta, José Antonio Martínez e Ismael… Cantaron villancicos hasta agotar el repertorio; meditaron y hablaron de aquel Niño hecho hombre por amor a los hombres y tan desconocido y perseguido por los hombres, que hasta mataban a sus fieles seguidores” (1). Y bien que vivió Ismael estas trágicas experiencias. El 16 de agosto de 1936  don Vicente Borrell Dolz (en la foto), párroco de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, sacerdote que le administró el bautismo, era asesinado en la tapia del cementerio municipal. Pocos días después, el 6 de septiembre de 1936, era don Bernabé Huertas Molina, consiliario de Acción Católica en Tomelloso y director espiritual del joven paisano, quien caía abatido en una cuneta fuera del término municipal tomellosero. Los dos morían mártires por odio a la fe.

A pesar de las  circunstancias trágicas padecidas, el ánimo de Ismael y sus más cercanos amigos en esta Navidad era elevado, gracias a ese sentido filial que hace sentir la proximidad de Dios a pesar de sufrir tan graves adversidades: “La tarde de Navidad, escribe Pedro, la pasamos juntos, hicimos una meditación y posteriormente versó la conversación del resto de la tarde sobre las innumerables gracias que habíamos de dar a Dios por habernos permitido reunirnos para celebrar la conmemoración de ese día en circunstancias tan peligrosas” (2).

No sé si has caído en la cuenta de las fiestas que se celebran días después de la Natividad del Señor. El día 26 se recuerda la memoria de San Esteban, primer mártir de toda la historia católica, y el 28 los Santos Inocentes de Belén y alrededores, aquellos infantes de dos años para abajo, que murieron en la persecución de Herodes para matar al Mesías. No es decisión caprichosa o malintencionada para quitar euforia a tan significativas fiestas; la Iglesia más bien nos quiere recordar que la adhesión al Salvador origina a muchos cristianos caer entre las tinieblas del mundo. Y así lo advirtió Jesús a sus discípulos: “Acordaros de la palabra que os dije: No es el siervo más que su señor. Si a mí me persiguieron también a vosotros os perseguirán” (Jn. 15, 20).

Estos días repaso los boletines de septiembre-noviembre de 2017 y diciembre-marzo de 2018 de la revista Ayuda a laIglesia Necesitada. Leo con mucha expectación la reciente experiencia de Rebeca, una joven nigeriana de 24 años, que ha sobrevivido a dos años de torturas infringidas por los terroristas de Boko Haram. Estaba embarazada de su tercer hijo cuando tuvo que huir de su casa en Baga, y le perdió en el campo de entrenamiento terrorista. La obligaban a ponerse de rodillas y recitar el Corán cinco veces al día, la forzaban a reza el tasbih (rosario musulmán); pero Rebeca no renunció a su fe en Jesucristo. Se resistió a ser esclava sexual, lo que le costó perder a otro hijo, Jonatan, quien fue arrebatado y lanzado al lago Chad donde pereció ahogado. Cuando ya le faltaron fuerzas fue violada y se quedó embarazada de un terrorista. Estando confinada se enteró de que su hijo mayor había sido asesinado. De su esposo no tenía noticias desde que se separaron para huir de su casa. Un día pudo escapar, salió corriendo con su hijo recién nacido, perdida y desorientada pudo llegar a un pueblo donde se reencontró con Bitrus, su marido, quien aceptó al nuevo hijo de Rebeca. Actualmente viven en un campo de desplazados en Maiduguri junto a otras veinticinco familias. Su testimonio dice tanto como sus sufrimientos pasados: “Ni un solo día me he apartado del amor de Dios. Siempre ha estado conmigo. No pudieron separarme de mi fe, a pesar de la violencia ejercida contra mí por no convertirme al Islam”.

No menos impresionante es el testimonio de los cristianos residentes en las poblaciones de la Llanura de Nínive. Hace tres años tuvieron que abandonar sus hogares para no ser víctimas de las masacres perpetradas por los terroristas de Daesh. Alrededor de 120.000 cristianos. La barbarie yihadista ha sido peor de lo esperado: 13.088 casas afectadas, 3.557 quemadas, 1.234 totalmente destrozadas y 8.297 parcialmente dañadas, así como 363 iglesias y propiedades eclesiales destruidas, altares destrozados, imágenes descabezadas, tumbas profanadas y un elenco incontable de atrocidades sufridas por estas pobres gentes, que no odian, que no buscan represalias, que no se manifiestan ante organismos internacionales para exigir justicia; tan solo desean olvidar y afrontar el reto de restablecer sus vidas en esas pequeñas poblaciones que les vio nacer.

Maryam Waleed es una niña cristiana refugiada que adquirió un gran protagonismo en redes sociales gracias a un video subido a You tube, donde expresaba el perdón hacia los terroristas musulmanes, a pesar de haber tenido que abandonar su tierra junto a su familia para evitar las siniestras represalias de los sanguinarios perseguidores de cristianos de su misma raza. Vencidos éstos, ahora Maryam quiere volver a casa: “La echo de menos. Si pudiera volvería mañana. Alguna vez lloro porque ya no estamos allí. Pero no estoy enfadada con Dios. Le rezo para que nos lleve de vuelta a casa y así seamos felices. Le estoy agradecida porque Él nos provee, también cuando estamos sufriendo”.

Cuando me pongo a pensar en la tranquilidad de una Nochebuena pasada al sosiego de un piso bien acondicionado, en compañía de mi esposa, hijas y hermano, con la cercanía de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, tantas horas abierta a lo largo del día para tener ocasión de asistir a Misa y acompañar a Jesús en el Sagrario, o cuando pienso a falta de pocas horas para despedir el año que termina y dar paso al que llega, rodeado de mi esposa, hijas, cuñados y sobrinos, teniendo también cercano al Señor por la proximidad de una iglesia, y me comparo a mis hermanos cristianos perseguidos por la fe en tantas partes del mundo, reconozco mi ingratitud ante Dios por todo lo que me da, y el olvido de recordar a tantos y tantos cristianos que se juegan la vida por su fe; como esas seis víctimas civiles y un oficial de policía muertos en atentado contra una iglesia copta en el sur de Egipto hace un par de días, o el de la treintena de fieles asesinados días antes por otro atentado perpetrado en El Cairo, reivindicado por el Estado Islámico.

A todos los que con su vida han dado este año testimonio de su fe, mi más profunda admiración por su aptitud heroica y ejemplar. Sirva este último post del año que publico para recordarles y admirarles. No hace falta rezar por ellos porque con su martirio ya son santos que gozan en el Cielo. Son más bien ellos los que deben pedir por nosotros, para que en cada momento y circunstancia de nuestra sepamos servir al Señor con la correspondencia que nos pida.

Termina el año 2017. El 1 de mayo comenzó la celebración del Centenario del nacimiento del Siervo de Dios Ismael de Tomelloso. No fue perseguido. No fue martirizado. Tuvo que abandonar su pueblo para cumplir con los deberes propios de un joven que fue movilizado a filas por el ejército de la República. Murió de una enfermedad que le destrozó los pulmones en la cama de un hospital, el de Zaragoza, hecho prisionero por el ejército del bando nacional. No quiso tener preferencias a pesar de haberlas podido obtener fácilmente. Ofreció su juventud, su vida por Dios, por España y por las almas, de tantas almas que no quieren a Dios, que le persiguen sin saber que Él no pierde jamás batallas: porque el Amor siempre vence. 

Probablemente el Señor no nos pida a ti y a mí un suplicio como el sufrido por Ismael, pero quédate con esta frase que un día el Espíritu Santo quiso poner en su boca: “Cuántos serían santos si en su camino se encontraran otros santos”. La vida ordinaria donde cada uno tenemos asentado diariamente nuestra existencia, es el terreno donde Dios quiere que le seamos fieles. Puede ser un buen propósito para el año que va a comenzar. Fidelidad a la fe que profesamos, como fiel fue Ismael, Rebeca y tantos cristianos anónimos. Pero ejemplares.

¡Feliz Nochevieja! Y sobre todo: ¡Feliz año 2018! 

Cuelgo otro vídeo de los chicos de Tajamar con Los Secretos. Cumplen 40 años y lo han celebrado con el Coro de Tajamar, readaptando el éxito Pero a tu lado,. Vale la pena escucharla. Y no olvides que seguimos celebrando la Navidad, la mejor noticia: DIOS HA NACIDO.

domingo, 17 de diciembre de 2017

No hay puntada sin hilo


Seguramente habrás escuchado o leído en alguna ocasión la frase de “no hay puntada sin hilo”. Se emplea en referencia a que cuanto se habla o se hace tiene algún objetivo o intención beneficioso para su autor. Exponerse en Navidad a adulterar el sentido genuino de la fiesta y provocar reacciones adversas, no se hace ingenuamente desconociendo las posibilidades de ser centro y atención en medios de comunicación y redes sociales sin quererlo, sobre todo sabiendo la repercusión mediática que va a tener. En cualquier caso, siempre cabe la posibilidad de pedir disculpas por los mismos medios que se fomentan los hechos que dan lugar a las críticas; comportamiento éste que no suele darse, por lo que sin rectificación se da por hecho que las intenciones de estos promotores de acciones polémicas no son otras que crear discordias.

Los cristianos nos vamos acostumbrando año tras año en las fechas donde recordamos y esperamos el Nacimiento de Jesús –no es una incongruencia recordar y esperar, porque por tratarse de un hecho histórico lo celebramos, a la vez que esperamos la llegada de la Navidad para que cada año Cristo reine en nuestras almas de un modo más profundo-, a sobrellevar las puntadas contra el sentido religioso del que están compuestas. En este post voy a referirme a tres de ellas, aunque podríamos añadir muchas otras, ya que no puede tildarse de carácter excepcional cuando predominan a lo largo y ancho de la geografía española e incluso más allá de nuestras fronteras.

La primera se centra en Sevilla. El 25 de noviembre la Asociación de Belenistas de esta ciudad presentó el cartel anunciador de la Navidad. Sin entrar en detalles sobre la esencia artística del cartel –no merece la pena resaltar el contenido del mismo ni a su autor, por cuestión de buen gusto del que quiere presumir este blog- la citada Asociación ha hecho un guiño muy elocuente a cuantos trasgreden el sentido trascendental de estas entrañables y profundas fiestas cristianas. Dar preferencia publicitaria al enviado de Dios para dar a conocer a la Virgen el misterio de la Encarnación y del Nacimiento de Cristo es una posibilidad, pero la manera de imaginarse al Arcángel san Gabriel dista mucho de ser decente y piadosa. Si no has visto el cartel te invito a que lo hagas en internet para comprobar la deleznable imagen que tendrán que soportar los pobres sevillanos.

Para la segunda buscamos la noticia en La Coruña. El pasado 15 de diciembre se inauguró en el Palacio Municipal de María Pita el belén municipal, donde cuenta con las figuras de Marcela y Elisa, según parece las pioneras en España nada más y nada menos que del matrimonio homosexual femenino. Todos los años el señor alcalde, por la potestad que le confiere el cargo que ocupa, decide las nuevas figuras que se incorporan al belén del consistorio coruñes. Y este año la novedad está en  las famosas Marcela y Elisa, que en 1901 tuvieron la ingenua idea de engañar al cura que ofició la ceremonia, haciéndose pasar la segunda por un hombre -Mario- para contraer “matrimonio” entre dos mujeres. Una vez descubierta la atrevida acción tuvieron que huir a Portugal donde vivieron el resto de sus días. Pero eso sí el señor Ferreiro –así se apellida el alcalde coruñés- está convencido que es “la única boda católica de la que se tiene constancia entre dos mujeres”.

 Cruzamos nación y continente y nos vamos a Estados Unidos,  país de ejemplar y tolerante sentido del humor para algunos, donde la comediante y activista del movimiento homosexual Cameron Young Espósito, difundió a través de twitter la imagen de una especie de belén formado con dos figuras con vestimentas rosas, que representan a dos “San Josés” contemplando al Niño Jesús, una imagen sacrílega como la ha señalado Mons. Thomas J. Tobin, obispo de Providence (Rhode Island, EE. UU). Creo que no hace falta comentario alguno.

Dejo a tu elección si estas tres noticias son tan solo anécdotas espontáneas e inofensivas a las que debemos acostumbrarnos en épocas navideñas o, por el contrario, forman parte de comportamientos ideados de quienes forman una corriente ideológica donde se intenta suplantar a Dios como creador del género humano, sustituido por la criatura que puede elegir su sexo. 

Si eres de los que piensa que no hay puntada sin hilo, te sugiero que cuando estés delante de un belén donde se representa el Misterio  más grande que ha ocurrido en la humanidad, reconozcas tus propias miserias para penetrar en la maravillosa historia de amor de Dios con el hombre; y después pidas la conversión para los prevaricadores y rebeldes,  para los impíos y pecadores, para los irreligiosos y profanadores, para los parricidas y matricidas, para los asesinos, adúlteros, homosexuales, traficantes de esclavos, mentirosos, perjuros a los que hace alusión san Pablo (1 Tim. 1,8-10). Es un deber de caridad. Yo así lo haré, queriéndome convertir en un humilde pastor para dar gloria a Dios en la Navidad de 2017. Tenemos una semana todavía para afianzar el propósito.



Hoy, 17 de diciembre,  los católicos recordamos de un modo especial al Papa Francisco por su 81 cumpleaños. Esta mañana, comentado el Evangelio de este tercer domingo de Adviento ha pronunciado unas palabras que creo que nos pueden servir a ti y a mí de mucho. Las transcribo: "El cristiano, habiendo encontrado a Jesús, no puede ser profeta de desventuras, sino un testigo y un heraldo de alegría; una alegría para acompañar con los demás, una alegría contagiosa que hace mucho menos cansado el camino de la vida". Sabias palabras.

Te dejo con estos chicos del colegio Tajamar de Madrid. Ellos sí que contagian sana alegría. Y si no, compruébalo tú mismo. Con ellos caminamos a Belén.



viernes, 8 de diciembre de 2017

Bautismo, una reserva para entrar en el Cielo

Estamos ya inmersos en el mes de diciembre. Noviembre ya ha quedado atrás. Parece que hubiera una contraposición entre el mes pasado, dedicado a recordar y ofrecer sufragios por nuestros difuntos y este mes de diciembre, donde se resalta más el comienzo de la vida, merced a la llegada de la Navidad. Sin embargo, para un cristiano hay una relación muy estrecha, por cuanto la llegada al Cielo pasa por tener que abandonar este mundo, habiendo nacido y recibido -no importa si en los primeros días de vida como en los últimos, porque la misericordia del Señor no conoce fechas sino situaciones- el sacramento del Bautismo. Bien claro se lo dejó Jesús a Nicodemo: Te lo aseguro: quien no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios (Jn. 3,5).

Fue precisamente en una Misa a la que asistí el día de los Fieles Difuntos, donde escuché decir por el sacerdote celebrante que recibir el Bautismo es como reservar una estancia en el Cielo. Me gustó esta definición, muy acorde con los tiempos actuales, donde tanto nos gusta prever todo con antelación. Con el sacramento del Bautismo tendremos siempre la credencial para pasar al Cielo. 

Hace casi un mes asistí al bautizo de María, hija de Vanesa y Jorge, dos sobrinos por parte de la familia de mi esposa, a los que dediqué un post en su enlace matrimonial (La perla del amor: el matrimonio, 24-X-2012). Tuvo el privilegio de bautizarse con agua del río Jordán, el mismo río donde también quiso ser bautizado Jesucristo por Juan El Bautista para “cumplir con toda justicia” (Mt. 3,15).


Me llamó poderosamente la atención el ritual con el que comienza la ceremonia. Los padres y padrinos esperan a la puerta de la iglesia para ser recibidos. El sacerdote o diácono celebrante se dirige a ellos desde dentro de la iglesia para darles la bienvenida, y después de una breve oración les acompaña hasta el interior del templo. La Iglesia nos espera. La Iglesia nos acoge: “Creemos en la Iglesia como la madre de nuestro nuevo nacimiento, y no en la Iglesia como si ella fuese el autor de nuestra salvación (Fausto de Riez, Spir. 1,2). Dios es quien salva; la Iglesia es el cauce. Y así seguirá siendo hasta el final de los tiempos, desde que en el siglo II se empezó esta práctica, tal y como está testimoniado, aunque es muy posible que el bautismo a los niños se viniera haciendo desde el comienzo de la predicación apostólica.  

Mi más sincera felicitación a María. Enhorabuena a Jorge y Vanesa porque habéis hecho el mejor regalo que se le puede proporcionar a vuestra hija. No es un regalo visible del que podáis presumir como padres, no es una entrega de esfuerzo físico como puede ser tenerla una madrugada entera en brazos hasta dormirla. Cuando la llevéis al pediatra comprobaréis que no habrá crecido ni engordado màs por el sacramento recibido el día 21 de noviembre. Insisto: nada de resultados visibles en María. Pero estar seguros que ese día el Cielo estuvo de fiesta porque el nombre de María, como el vuestro cuando fuisteis bautizados, quedó inscrito con un sello espiritual indeleble. ¿Para siempre? Sí, para siempre. Es un privilegio de Dios con nosotros. Conviene, eso sí, no olvidarse de ella. Con el bautismo el alma se abre a otros sacramentos que nos serán de gran ayuda a lo largo de la vida para que cuando esta acabe llevemos con nosotros la credencial para entrar en la vida eterna.

No podemos concluir este post sin destacar la fiesta de hoy, toda vez que guarda relación con el tema tratado. La Virgen María es la única persona -junto a Jesucristo- que no tuvo necesidad  su alma al nacer de ser limpiada para librarse del pecado original que cometieron nuestros primeros padres. En previsión del nacimiento de Jesús, desde el primer instante de su concepción, fue preservada de toda culpa original por singular privilegio de Dios. 



El 8 de diciembre de 1854, el beato Pio IX definió esta verdad dogmática, mandando construir una columna en dedicación a la Inmaculada en la Plaza de España de Roma. Y es que desde 1644 ya se venía celebrando esta fiesta en todo el territorio que formaba el Imperio Español. Fuimos la primera nación del mundo en defender el dogma de la Inmaculada Concepción. Es Patrona de España.

Comienzo de mes. Ineludiblemente el final de este post pasa por colgar el video del Papa por si quieres conocer su intención universal para diciembre. Puede venirnos muy bien para estas fiestas familiares que están por llegar.