martes, 24 de diciembre de 2019

Tres mujeres en Adviento


Estamos en el último día del tiempo de Adviento. Esta noche ya es Nochebuena. Empezó el 1 de diciembre, cuatro semanas para preparar espiritualmente el adventus Redemptoris, la venida del Redentor. En este mes tres mujeres han dado mucho que hablar, en realidad, más exactamente, dos mujeres y una adolescente. Cada una de ellas por unas particulares razones.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. Empieza a no sorprender los belenes -llamémosle así pero no lo son- que manda instalar en la Plaza de San Jaime. Este año el llamado “belén -llamémosle así pero no lo es- ha consistido en la instalación de cajones de madera anárquicamente colocados, en las que se encuentran las tradicionales figuras alternándose con diferentes adornos supuestamente navideños. 97.000 euros pagados por el Consistorio barcelonés a la artista que lo ha diseñado, con el dinero de todos los contribuyentes, incluidos también, claro está, de los ofendidos. Un claro desprecio institucional hacia la población cristiana. Provocación.


Greta Thunberg. ¿Quién no conoce a la chiquilla abanderada de la protesta contra el cambio climático? Su semblante duro, malhumorado, su manera de enfrentarse a las autoridades mundiales marca un estilo. Fue en el Foro Económico Mundial donde dijo: “No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes”. Y en las Naciones Unidas: “¿Ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven?” A la joven sueca habría que recordarle la frase atribuida a Abraham Lincoln: “Una gota de miel caza más moscas que un galón de hiel”. Crispación.



Tamara Falcó.  Nunca ha escondido su fe. Cristiana convencida y practicante. Mujer que cala a quien la conoce de cerca. Ha tenido la gallarda sinceridad de decir que “la fe me ha ayudado en todo. Yo desde que me levanto trabajo para Dios. La fe es algo que vivo y el rosario para mi es un arma”. Reconoce de manera natural que rezar el rosario le servía para relajarse durante su participación en el programa televisivo que ha ganado. Fe. Así se vive. Así se aviva.

Tres mujeres, tres comportamientos para una Navidad. Ni desprecios ni crispaciones cambiarán el mundo. Solo el amor es capaz de transformarlo. Y ese amor nace de una esperanza que solo pueden ofrecerla quienes tienen su corazón en Belén. 

Esta noche un Niño nos va a nacer. Mañana es Navidad. De los niños habla el Papa Francisco en este video, hay muchos, demasiados en el mundo, que sufren.

domingo, 3 de noviembre de 2019

Halloween, más truco que trato



Día  31 de octubre de 2019. Un año más la fiesta de Halloween impregna parques de atracciones, parques temáticos, salas de fiestas, cines, colegios, portales de viviendas, calle, familias.

Una nueva versión de la relación del ser humano ante la tragedia de la muerte, sin más argumentos que mofas, burlas, diversiones…Costumbre importada, éxito garantizado... y pingües beneficios a un amplio espectro de negociantes relacionados con esta mal llamada fiesta. El objetivo, perfectamente elegido, los niños nada mejor que los niños -que curiosamente son los que por su edad e inocencia menos piensan en la muerte y en la maldad- para insertarse en las raíces de una sociedad. El terror vencido por la carcajada, el grito por la guasa, la tristeza por la euforia. No se necesita más. Ni ideas gnósticas, ni teorías esotéricas sobre la evidencia de la muerte. Basta tomarse a chufla el enigma que angustia la existencia del ser humano. Este es el arma para combatir a la muerte. Pobre argumento. ¿De verdad tenemos la plena convicción que el ser humano supera así los efectos siempre desoladores de la muerte?


La respuesta al misterio de la muerte no está en la burla, en los rostros desfigurados por los efectos del maquillaje o en el jolgorio callejero con “muertos vivientes” pululando una vez al año, como se nos quiere cauterizar. La respuesta se encuentra en una Persona, Es la misma respuesta que ha habido siempre, bien haya sido en la Edad Media, en el Renacimiento o en la Revolución industrial o la que habrá en el siglo XXII. Siempre la misma: Jesucristo. Ayer, hoy y siempre, Camino, Verdad y Vida. Bien claro lo tenía Goethe cuando afirmó que “el hombre es un vaso que solo llena la eternidad”.

Escribo hoy, 1 de noviembre, fiesta de Todos los Santos. Me encuentro en mi pueblo, Tomelloso, recordando a mi hermano en su primer cumpleaños en el que ya no puedo felicitarle. El año pasado le regalé por estas fechas una novela. Para este año será una Misa en nuestra parroquia, que lleva el nombre de un santo, Santo Tomás de Villanueva. Y mañana visitaré el cementerio, y rezaré por mis difuntos y por todos los difuntos. Le echaré de menos, y a mi madre, y a mi padre; pero  no tendré motivos de tristeza sino de esperanza, porque para un cristiano la muerte no se vence con ilusorias fiestas -¿me puede decir alguien qué es lo que se celebra en la noche de Hawolleen?-sino con la confianza puesta en la promesa de Quien entregó su vida para abrirnos las puertas del Cielo.

Este es el mejor trato, lo demás son trucos para alejarnos del verdadero sentido de la vida.



sábado, 19 de octubre de 2019

El mejor de los inalámbricos



Repaso la estadística de mi blog y veo que el último publicado fue en el mes de mayo. Y vuelvo a publicar en el mes de octubre. Mayo y octubre, son meses en los que los católicos recordamos de un modo especial a la Virgen. Me alegro de esta coincidencia. 

Octubre tiene una fecha muy significativa, el 7, celebración de Nuestra Señora del RosarioComo cristiano y español me gusta recordarlo. El origen de esta devoción tan arraigada en el pueblo cristiano data de 1208. La Virgen se apareció en la capilla a Santo Domingo de Guzmán, sosteniendo un rosario que enseñó a recitarlo con el encargo de que lo predicara por todo el mundo para obtener gracias abundantes y la conversión de muchos pecadores.


Tres siglos más tarde, se produjo un histórico hecho de indudable trascendencia. Estamos en el 7 de octubre de 1571. Tres semanas antes el Papa Pio V pidió a la cristiandad que se rezase el Santo Rosario ante la inminente invasión turca. Las tropas cristianas al mando de don Juan de Austria antes de entrar en contienda también lo rezaron. El panorama no era muy halagüeño. La superioridad del ejército invasor era notoria en todos los sentidos y estaba en juego el dominio del mar Mediterráneo, tan importante estratégicamente en aquella época.  Los dos ejércitos entraron en combate esa misma fecha. El resultado de la contienda lo comunicó a la cristiandad… ¡el mismo Papa! Guiado por una inspiración, salió de la capilla para anunciar que la Santísima Virgen había otorgado la victoria en la famosa batalla de Lepanto (en la costa occidental de Grecia, y toma su nombre del puerto de Lepanto). En agradecimiento a la Virgen el Papa San Pío V instituyó la fiesta para el primer domingo de octubre, pero sería el Papa San Pío X quien la fijaría para el 7 de octubre.


Seguro que lo sabes, cada día se considera un Misterio: los tradicionales gozosos, dolorosos, gloriosos, y los luminosos -giran en torno a la vida pública de Cristo-, desde que en 2002 san Juan Pablo II aconsejó meditarlos en su encíclica Rosarium Virginis Mariae. Poco más de veinte minutos se tarda en rezarlo. Este tiempo era el que dedicaba a hablar telefónicamente con mi madre desde que murió mi padre. Así noche tras noche durante diez años, exceptuando los días que nos veíamos. Un teléfono era lo que unía a mi madre y a mí para decirnos más o menos lo mismo cada día. Daba igual, lo importante era hablar, sentirnos cerca el uno del otro. El trato con la Virgen puede compararse al trato con mi madre. Sí, puede parecer una rutina pero no lo es, por una sencilla razón: demostrar el cariño de un hijo con su madre; y una madre siempre, siempre nos escucha y nos atiende.  Y además, que es lo màs trascendental, como recuerda el papa polaco en esa encíclica: "Rosario, bendito de María, cadena dulce que nos une con Dios".

Entiendo que pienses que comparar el Rosario con un teléfono puede resultar muy simple, tal vez inapropiado, pero valga la intención para animarte a emprender una divina relación con la Virgen.  Y si eres de los que rezas habitualmente el Rosario y percibes que rezas sin expresar lo que sientes por Ella, te aconsejo quedarte con esta reflexión que hacía el más entrañable de los directores espirituales que he tenido: el peor Rosario es el que no se reza. Y no olvidemos que en nuestra vida hay muchos lepantos y sintiéndonos próximos a María hay batallas que ganaremos. Seguro.


domingo, 5 de mayo de 2019

Catorce días después del atentado en Sri Lanka


Si repasamos con cierto rigor analista, desde tejas para abajo como suele decirse, podemos descubrir que detrás de la pasión y muerte de Cristo, se dieron dos condicionantes humanos, uno religioso y otro civil. El religioso motivado por preservar  la integridad y la religión de toda una nación. En nombre de una religión se sacrificaba a una persona. El otro hecho sucedió al día siguiente de la detención de Jesús, delante del procurador romano Poncio Pilato, máxima autoridad representativa de Roma en la  región de Judea. Ante el caríz que tomaba el proceso acusatorio contra quien se declaró  Hijo de Dios, se exculpó de  su responsabilidad lavándose las manos en público. En sus manos estaba la vida de un inocente, pero prefirió, o no fue capaz, de evitar la condena a un justo. Pedro, poco tiempo después de la resurrección del Señor, exculpó a los dirigentes religiosos por esa determinación: “Ahora bien, hermanos, sé que procedisteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes. Pero Dios cumplió así lo que había anunciado de antemano por boca de todos los profetas: que su Cristo padecería” (Hc. 3, 17-18). 

También para perpetrarse los terribles atentados en Sri Lanka el Domingo de Resurrección, se tuvieron que concatenar dos hechos, uno religioso y otro civil.  En nombre de una religión, unos yihadistas embebidos en la más absoluta radicalidad del Islam, atentan en tres iglesias católicas y en tres hoteles con el resultado de 359 víctimas mortales y más de 500 heridos, la mayor tragedia terrorista en Asía. Entre las víctimas mortales una española, María, que había ido a pasar unos días con la otra víctima española, Alberto, residente en la India por motivos profesionales


La autoridad civil de Sri Lanka según se desprende de las palabras del primer ministro Ranil Wickremesinghe, elude asumir responsabilidad, se lava las manos ante los medios informativos: Los incidentes –curiosa manera de llamar a los atentados, salvo que la traducción no sea todo los correcta que se deba-  se vaticinaron el 4 de abril”, y que cinco días después “el jefe de los servicios de Inteligencia escribió una carta en la que detallaba los nombres de los terroristas y de la organización a la que pertenecían”. Esos informes parece que no llegaron a su mesa, ya poco importan las razones. En este caso también la máxima responsabilidad al frente de un país no ha sido capaz de evitar el derramamiento de sangre inocente.

Dos mil años después , en realidad desde los primeros tiempos del cristianismo, Jesucristo sigue estando perseguido. Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”(Hc. 9, 4-5), le dice el Señor a Pablo de Tarso, fiel cumplidor de la estricta  ley judía, en el momento que se le aparece camino de Damasco en busca de cristianos a los que encarcelar o ejecutar. Cada cristiano perseguido por su fe, cada cristiano apresado por su fe, cada cristiano asesinado por su fe, es otro Cristo crucificado. Todos son testigos de la Resurrección.

¡Cristo vive!, no lo olvides. Es una afirmación gozosa. A pesar de ese condicionante religioso y civil que ha provocado la tragedia en Sri Lanka el Domingo de Resurrección, los cristianos debemos sentirnos con el suficiente júbilo para decir al mundo que hay esperanza, que todo tiene un sentido, que Jesucristo está vivo, que existe Dios. No es un mensaje mío el que acabo de escribir. Lo he escuchado en el  vídeo que quiero compartir contigo.

¡Feliz Pascua de Resurrección!




domingo, 7 de abril de 2019

La Cuaresma, un despertador para el alma



Dicen los expertos que los sueños se dan cuando estamos profundamente dormidos, en la etapa REM (Rapid Eye Movement, movimiento ocular rápido), es en ese momento cuando hay una paralización muscular; sin embargo el ritmo cardíaco y la presión arterial aumenta, las ondas cerebrales actúan como si estuviéramos despiertos. Comparando este estudio a nuestra vida espiritual podríamos asegurar que no son pocos los cristianos que viven en una permanente fase REM, los ojos buscan, los sentidos, mandan, pero los músculos (¡el alma!) está adormilada. El Papa Francisco en la homilía del Miércoles de Ceniza, pone énfasis en que la Cuaresma nos debe revitalizar espiritualmente, debe ser "un despertador para el alma". Ahora ya sabes el por qué del título de este post.

Pedro, Santiago y Juan fueron presa de ese sueño paralizador en Getsemaní, y perdieron la ocasión de acompañar al Señor en los momentos de tristeza y angustia. “Volvió junto a los discípulos y los encontró dormidos; y dice a Pedro: ¿Con qué no habéis podido  velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentación; pues el espíritu está pronto, pero la carne es débil" (1). Qué pena que tú y yo estemos transitando por esta Cuaresma con más aletargamiento que presteza, qué lástima que Jesús venga a buscarte, precise de tu compañía y te encuentre aletargado, embebido en unos quehaceres rutinarios sin afanes de despertar a un horizonte con Él, por Él y para Él. Sí, posiblemente el Miércoles de Ceniza fuera un día en el que te plantearas propósitos,  y ahora, a falta de una semana para comenzar la Semana Santa, te das cuenta que estás en el mismo estado que otras. 

Aún así, nada de bajar la guardia, de darte por vencido. Todavía ésta puede ser tu mejor Cuaresma. “La Cuaresma es un tiempo de gracia -nos alecciona el Papa Francisco- para liberar el corazón de las vanidades. Es hora de recuperarnos de las adicciones que nos seducen. Es hora de fijar la mirada en lo que permanece”.  Con el Apóstol Pablo vamos "olvidando lo que queda atrás, persigo lo que está delante", la  meta es llegar al Domingo de Ramos acompañando al Señor en su entrada a Jerusalén, junto a la Virgen, de las santas mujeres, cerca de los Apóstoles, de los discípulos y de todos quienes se unen a esa comitiva de esperanza. Llega para entregarse por ti, como si fueses la única persona en el mundo que merece derramar su sangre. Y cuando le veas clavado a la Cruz,  dile en voz baja esa oración que repetía San Nicolás de Flüe: “Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti. Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca a ti. Señor mío y Dios mío, despójame de mí mismo para darme todo a ti”. Tendrás la recompensa el Domingo de Resurrección.

El Papa Francisco no se olvida de estos profesionales que derrochan generosidad hacia tantos y tantos necesitados.

(1) Mt. 26, 40-41


domingo, 24 de marzo de 2019

Pederastia, una plaga que asola el mundo



Reiniciar los post dos meses después con un tema como son los casos de pederastia en la Iglesia, puede resultar un plato demasiado fuerte. Podría haber elegido otro un poco menos complicado de reflexionar y desarrollar. La decisión está tomada. El silencio sobre estas lamentables noticias que hemos ido conociendo, no puede ser el mejor consejero. Parece que los vientos se van calmando y la arremetida de ciertos medios contra la Iglesia por la publicación de diversos casos de pederastia van dejando de ser noticia. La tormenta informativa ha causado estragos. No hay motivos para que los católicos nos escondamos, adoptemos un silencio para que otros vociferen. Es cierto que los escándalos de abusos sexuales son muy graves, tanto los hechos en sí como el ocultamiento por parte de las autoridades eclesiásticas responsables. Pero de ahí a dar la impresión que es desde dentro de la Iglesia católica donde se crea y se promueven estos delitos contra niños media un abismo. La inoculación de este virus viene de otras partes, de una sociedad degradada por el uso y abuso del consumismo sexual. Nos amparamos en datos aún a riesgo de extendernos más de lo deseado.

La pederastia puede considerarse una plaga que asola el mundo, siendo millones de niños las principales víctimas. Según UNICEF se estima que 120 millones de niños han sufrido las consecuencias de las perversiones sexuales de sus agresores, estimando que en el 90% de los casos son hombres. Son actos delictivos en la mayor parte de países, si bien en algunos asiáticos hay un turismo pedófilo reconocido y no perseguido. Según datos de Interpol, en Europa se estima que hay unos 18 millones de niños (año 2013) que sufren abusos. Desde 2015 España cuenta con un Registro Central de Delincuentes Sexuales. Según el diario El País, en informe publicado el 3 de octubre de 2018, 45.155 personas no pueden trabajar con niños por sus antecedentes penales, de ellos, 2574 son menores. En España una decena de sacerdotes han sido condenados por pederastas, y a finales de 2018 sólo cinco estaban cumpliendo condena.

Que se sepa, solamente la Iglesia a nivel institucional ha reconocido públicamente el mal infringido  a consecuencia del comportamiento de sacerdotes pederastas. Seguimos aportando datos. Según cifras oficiales que recoge el Anuario Pontificio de 2017, en el mundo hay 1.285 millones de católicos, el 17% de la población mundial, el total de clérigos es de 466.215. Teniendo en cuenta que los principales abusadores son familiares, profesores, educadores, trabajadores en centros deportivos de ONG, monitores, voluntarios en trabajo con niños, sin contar a los proxenetas y traficantes de niños, el índice de casos en estos estratos sociales es superior si establecemos una comparativa con la Iglesia católica, sin contar con casos que se han dado también en otras confesiones religiosas. La comparación no justifica la responsabilidad de la Iglesia, estamos de acuerdo; sí es un hecho objetivo  que el índice de casos es de los más bajos, en base al elemento humano que constituye la Iglesia.

Es muy difícil hacerse a la idea de que hombres que libremente decidieron entregarse a Dios cometan estos actos. ¿Trastornos psíquicos? ¿Pasiones irrefrenables? Solamente ellos pueden saberlo. Es bien conocida la frase pronunciada por el beato Papa Pablo VI durante la homilía en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, en 1972: “A través de alguna grieta ha entrado, el humo de Satanás en el templo de Dios”. Desde entonces nadie ha dicho que haya salido.  Es un misterio que el Papa Francisco lo ha recordado recientemente: “No hay explicaciones suficientes para estos abusos en contra de los niños. Humildemente y con valor debemos reconocer que estamos delante del misterio del mal, que se ensaña contra los más débiles porque son imagen de Jesús”. 

Y ese mal, esas acciones malvadas e incontroladas cometidas,  son aireadas de distintas maneras por los detractores y enemigos de la Iglesia. Es el caso del escritor Frederic Martel, quien el 21 de febrero, justo el mismo día que se inauguraba en el Vaticano el Encuentro sobre Protección de Menores, publicaba un libro titulado ““Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano”, del que dice haberle costado tres años de trabajo, pero sin desvelar las fuentes que han sufragado los viajes y entrevistas, donde quiere “mostrar la hipocresía de los miembros del Vaticano, por aquello de practicar la homosexualidad para luego condenarla”. Está dentro de una perfecta ingeniería social para concienciar a las gentes con el mismo argumento de un padre, respondiendo  a su hijo cuando en la mañana de un domingo, al pasar por la parroquia próxima a mi casa, le preguntó: “Papá, ¿qué hay ahí dentro?”. Y el padre, el joven padre, sin complejo alguno le miró y le dijo: “Es un sitio al que no se tiene que pasar porque hacen mal a los niños”. En el siglo XXI ya no se necesitan circos romanos, ni echar a los cristianos las fieras, basta  un ordenador, una imaginación desbordada  y, eso también, una oculta fuente de financiación, para desgarrar ferozmente a una creyente. Las redes sociales es el público que asiste enfervorizado pidiendo más y más sangre, más y más humillación; no para distracción, sino para el aniquilamiento del enemigo. Son dos mil años en permanente estado de acoso.


Aludía antes al Encuentro sobre Protección de Menores, que se celebró del 21 al 24 de febrero en el Vaticano, y que reunió a cardenales, obispos y superiores de órdenes religiosas, entre otros participantes. Fue a iniciativa del Papa Francisco, principal valedor no solamente en la Iglesia católica, sino en todo el mundo, para luchar con decidido empeño contra esta lacra mundial. En el discurso al final del encuentro hizo un agradecimiento: “Agradezco, en nombre de toda la Iglesia, a la gran mayoría de sacerdotes que no solo son fieles a su celibato, sino que se gastan en un ministerio que es hoy más difícil por los escándalos de unos pocos -pero siempre demasiados- hermanos suyos. Y gracias también a los laicos que conocen bien a sus buenos pastores y siguen rezando por ellos y sosteniéndolos”.

Uno de esos sacerdotes fieles fue don Rodrigo Fernández Salas, conocido por “Don Rodri”, fallecido precisamente durante la celebración de ese Encuentro, el día 22 de febrero. Fue el primer sacerdote que traté a mi llegada a Madrid. Un hombre que dedicó la mayor parte de su ministerio sacerdotal a atender a profesores, alumnos, padres del colegio Tajamar y cualquier persona que queríamos tratarle. La puerta de su despacho siempre estaba abierta para recibir a quienes queríamos verle y charlar con él; sus consejos, siempre sencillos y claros. Hombre fiel a su vocación y a sus amigos, y por amigos nos tenía a todos sin importar las veces que nos acercábamos a él. ¡A cuántos niños y a cuántos jóvenes trató y ayudó? Porque a todos nos veía como lo que somos, hijos de Dios.


Y como él, muchos, muchos, ¡miles y miles de sacerdotes que emplean su vida en servicio a las almas! Que no nos intenten engañar ni bajar el ánimo. Eso sí, tal vez tú y yo, debiéramos plantearnos rezar más por ellos. Por otro lado, tengo el pleno convencimiento que no habrá más casos de pederastia en la Iglesia. Espero que en Europa y en el mundo, tampoco.

Video del Papa Francisco en este mes de marzo. Aunque queden pocos días de mes, es  una realidad la que denuncia que se da a lo largo de todo el año, de toda la historia.

lunes, 21 de enero de 2019

El desconsuelo de la Navidad



La Navidad ya es recuerdo. Volvemos al vivir cotidiano. No son pocos los que se sienten aliviados por diversas razones al terminar estas entrañables fechas. Si queremos ver un lado negativo lo encontramos fácilmente: añoranza de seres queridos que ya no están, jolgorio excesivo por los lugares céntricos sobre todo en grandes ciudades, desenfreno consumista, pérdida del sentido cristiano, desafecto institucional por una fiesta de gran arraigo popular… Es el desalentador panorama que ven quienes respetablemente no encuentran alicientes en unas fiestas, insisto, que para otros muchos, entre los que me encuentro, sí son significativas por cuanto celebramos el trascendental acontecimiento histórico que ha tenido la humanidad: el nacimiento de Cristo.


Nada tiene que extrañarnos de estos descorazonadores planteamientos. En Belén, no tengo la menor duda, también existirían, ¿no te parece? ¿Acaso no habría gentes que se desilusionarían visitando un establo para conocer al Mesías envuelto entre pañales? ¿No se tomarían a broma que unos pastores difundieran la aparición de un ejército de ángeles para anunciar la llegada del Salvador? Pronto se correría la voz de que José era un forastero con el oficio de carpintero y María una joven sin distinción alguna. Sí, llegaron unos Magos de tierras lejanas, con todo un séquito de acompañamiento…, pero ¿y qué pasó después? Pues que cuando aún seguía el revuelo, la aldea volvió a conmoverse: María y José y el Niño huyen porque José en sueños tiene una revelación: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo” (Mt. 2,13).  ¿Cómo? ¿El Ungido de Dios, el liberador del pueblo judío, huye porque el reyezuelo Herodes quiere matarlo?  ¿Dónde está su poder?  No puede ser verdad, es un entramado sentimental destinado a los más ingenuos. Incluso muchos de los que creerían, de los que le visitaron y le adoraron cambiarían de semblante y de opinión. De haber vivido tú y yo en esa época tal vez hubiéramos caído en las redes del desaliento.



Percátate de una realidad. Para vivir la Navidad de manera alegre, con esperanza e ilusión hay que verla con los ojos de la fe. El desaliento es fácilmente alcanzable con el paso de los años. “Me gustaría acostarme y despertarme al día siguiente de terminar la Navidad”. Es un comentario vacío de esperanza que muchas personas, sobre todo mayores, han repetido año tras año. Y, sin embargo, la Navidad es la fiesta de la ilusión, pero no solo para los niños que esperan regalos el 24 de diciembre y/o el 6 de enero, no; es la mayor fiesta para disfrutarla hombre y mujer, joven o anciano, rico o pobre, el vecino o quien viva en las antípodas. Da igual. Porque la Navidad no es un cuento. Es una historia divinamente trenzada por Dios con final feliz. ¿Cuál? Lo hablamos el Domingo de Resurrección.

Un deseo para este nuevo año que acabamos de comenzar. Que de ti y de mí puedan decir lo que dijeron de Jesús: pasó haciendo el bien. Para ello te invito a trazar el plan BETA, sugerido por el ocurrente sacerdote con el que suelo conversar, te puede sorprender tanto como a mí, pero, ¡ah!, vaya si tiene sentido. Ahí va: que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que trates a Cristo y que ames a Cristo. ¿Entiendes, no? ¡Ánimo!

Te dejo el vídeo oficial de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará desde el 22 al 27 de enero en Panamá. Cuenta con un asistente especial, un joven que el 17 de diciembre pasado cumplió ochenta y dos años, ya sabes, el Papa Francisco, que propone un reto, especialmente a los jóvenes: "La JMJ es para los valientes, no para jóvenes que solo buscan comodidad y que retroceden ante las dificultades. Aceptáis el desafio?".