Justo
el domingo anterior al referéndum ilegal convocado en Cataluña, se celebraba en
Barcelona la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de esta ciudad. La
tradición se remonta al siglo XIII, cuando la Virgen se aparece al comerciante
Pedro Nolasco, para fundar una orden religiosa que se dedicase a rescatar a los
cautivos cristianos en tierras musulmanas. Era una época donde saqueaban los
pueblos de la costa mediterránea para llevarse a cristianos a África como
esclavos. Así surgió la Orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218.
Nietzsche fue el filósofo cuyas ideas se plasmaron en la segunda mitad del siglo XX, proponiendo el pleno dominio de una minoría elitista, donde el concepto de lo que es bueno lo deberían ostentar las clases superiores, porque el objetivo era influenciar a las clases inferiores de donde provenía lo malo. Así surgieron monstruos de la talla de Adolf Hitler, nombrado canciller y presidente alemán, gracias a la poderosa maquinaria propagandista de Goebbels. El 19 de agosto de 1934 el pueblo alemán votó por abrumadora mayoría -casi el 90%- convertir a Adolf Hitler, y su partido nacionalsocialista, en dueño de Alemania. ¿Querían los alemanes los principios nazis de la sangre y de la superioridad de la raza? ¿O fue esa élite influyente quien avivó los deseos de llevar a Alemania y a Europa al abismo?
Pero la manipulación de las conciencias es una tentativa muy antigua. Si has leído en alguna ocasión el Evangelio conocerás bien los hechos, el proceso que llevó a la crucifixión de Cristo. No obstante, voy a permitirme recordarte dos pasajes: “Mientras estaba sentado en el tribunal -Pilatos- su mujer le mandó a decir: ´No te metas con ese justo, porque hoy, en sueños, he sufrido mucho por su causa´. Entretanto, los príncipes de los sacerdotes y los ancianos persuadieron a la gente para que pidiese a Barrabas e hicieron perecer a Jesús” (Mt. 27, 19-20). Los dirigentes y gobernantes del pueblo judío aprovechan la mejor ocasión posible, para convencer a los judíos congregados en el pretorio para elegir la libertad de Barrabas en perjuicio de la condena a Jesucristo. El fin no era salvar del patíbulo a un homicida, sino condenar al Mesías. El final ya sabes cuál fue.
La
grave situación que atraviesa Cataluña a consecuencia de los deseos
secesionistas de una determinada élite política, cuyo principal afán no es otro
que desmembrarse de España, marca bien la capacidad de unos por influenciar las
conciencias individuales y colectivas de otros. Cualquier persona que resida en
Cataluña tiene muy sencillo informarse verazmente de la repercusión política,
social, económica e internacional que tiene para su región la propuesta
independentista propugnada ilegalmente por sus gobernantes. Basta conocer
declaraciones de importantes personalidades políticas, con responsabilidades en
órganos de gobierno europeo y mundial. Cataluña sin España sería una región a
la deriva, con el agravante de que gran parte de la población estaría
esclavizada a los postulados delirantes de una clase dirigente obstinada más en
castigar la unidad de España, que de encontrar progreso y bienestar para la
inmensa mayoría de catalanes.
Posiblemente
estemos en la semana clave que marque las consecuencias de ese referéndum
ilegal, todavía el error histórico independentista puede subsanarse. Ayer una
gran manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana en Barcelona, convocó a miles de catalanes aireando la
bandera nacional, símbolo de la unidad entre todos los españoles, reconocida y
amparada por la Constitución. El lema ni descalificante ni ofensivo: “Prou. Recumperem el seny”, es el que da título a este post. Es hora de
decir basta, es hora de recuperar la sensatez. Es el momento de anteponer el
bien común al interés particular. España
así lo reclama.
Así lo pedimos a la patrona de Barcelona, nuestra Señora de la
Merced. Te dejo el vídeo del Papa Francisco por si quieres tener en cuenta las intenciones para este mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario