Nada mejor que escribir sobre algunas vivencias disfrutadas en la corta, pero intensa, estancia en mi pueblo en la primera semana de agosto, mientras en estas fechas se está celebrando la feria y fiestas en torno a la patrona, la Santísima Virgen de las Viñas.
Como ya es habitual cada mes de agosto aprovecho una mañana para convertirme en romero y visitar la ermita de Pinilla, situada a cuatro kilómetros del pueblo; allí dedico tiempo a estar, rezar y pedir a mi patrona, deleitándose la vista con los campos que se pueden contemplar. Peregrinación para estar con "Madre", como la llamamos los tomelloseros.
Así aprendí a hacerla gracias a un extraordinario tomellosero, Diego Rodríguez, al cual también le debo el amor por el pueblo. De regreso de cada viaje siempre llegaba con la misma sensación: "¡Que alegría me entra cuando estoy llegando al pueblo!". Y cuantas veces me lo repetía. Creo recordar que la primera peregrinación que hice a Pinilla fue en compañia de mi madre y de una
queridísima amiga -¡tenías tantas y tan buenas!- Carmen, esposa de Félix Yáñez. Han pasado ya unos cuantos años, pero las buenas costumbres no deben perderse.
Además, este años había un especial aliciente. Por
primera vez he podido ver el cuadro de la artista y paisana María Jesús
Martínez Serrano, alumna del prestigioso pintor tomellosero Antonio López García, situado en uno de los laterales de la capilla, desde que el pasado 29 de abril se descubrió oficialmente. Con el título “El sueño de don Agustín”
expresa bellamente el sueño que tuvo el párroco de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, en la que la Virgen se aparecía sobre una cepa repleta de uvas
sosteniendo en su mano derecha un racimo de uvas y en la izquierda al Niño Jesús,
también con un racimo de uvas en su mano izquierda, para revelarle que quería ser patrona de
Tomelloso.
El
Papa Pío XII en 1942 la proclamó Señora de las Viñas, Patrona de Tomelloso.
Según los cronistas de la época fue el 7 de septiembre de 1942 cuando la imagen
hizo entrada en nuestro pueblo. Gracias a los ruegos insistentes de las mujeres tomelloseras, se celebró la primera Romería el 7 de mayo de 1944. En
1945 se empezó a construir la ermita en el paraje de Pinilla y merced al
esfuerzo de la población se terminó el año 1949. Dentro del recinto se
encuentra el Museo de la Virgen de las Viñas, donde se recogen muchos años de
historia, tradiciones y costumbres de un pueblo volcado con su patrona,
inaugurado el 14 de agosto de 2002, en un terreno donado por doña Encarnación Ramírez.
Recordar a una madre, no olvidarla, tenerla presente, es un sentimiento de afecto, agradecimiento y muestra de buen hijo. Ahora que Tomelloso disfruta de su Semana Grande, con la patrona en la parroquia "de la plaza", la misma en la que hace ya unos cuantos años don Agustín fue párroco, es fácil tenerla presente. Pero, ¿te parece suficiente?
Me acuerdo muy a menudo de mi madre cuando llegan las nueve de la noche, a esta hora solía llamarla por teléfono para conversar unos minutos. Así todos los días, y si algún día me retrasaba ya estaba ella para llamarme. Los cristianos también tenemos una hora especial para acordarnos de la Virgen. Son las 12. Seguro que lo has adivinado, la hora de rezar el Ángelus.
Es una oración sencilla y corta, que se puede rezar en cualquier lugar, con la facilidad de poder hacerlo si no te la sabes de memoria desde tu teléfono móvil. Es una manera de saludar a María, recordando a la joven de Nazaret que antes de convertirse en tu madre y en la mía, quiso ser Madre de Dios. Y no pienses que es una oración de beatas, propia de nuestras abuelas; es dedicar un momento para acordarnos y agradecerle haber dicho sí para que Jesús naciera de su vientre. ¿Que no clavas la puntualidad?, ¿que se te olvida un día? No pasa nada. ¿Crees que una madre lo va a tener en cuenta? Basta la intención, la buena intención de un hijo que quiere tener presente a su madre.
Recordar a una madre, no olvidarla, tenerla presente, es un sentimiento de afecto, agradecimiento y muestra de buen hijo. Ahora que Tomelloso disfruta de su Semana Grande, con la patrona en la parroquia "de la plaza", la misma en la que hace ya unos cuantos años don Agustín fue párroco, es fácil tenerla presente. Pero, ¿te parece suficiente?
Me acuerdo muy a menudo de mi madre cuando llegan las nueve de la noche, a esta hora solía llamarla por teléfono para conversar unos minutos. Así todos los días, y si algún día me retrasaba ya estaba ella para llamarme. Los cristianos también tenemos una hora especial para acordarnos de la Virgen. Son las 12. Seguro que lo has adivinado, la hora de rezar el Ángelus.
Es una oración sencilla y corta, que se puede rezar en cualquier lugar, con la facilidad de poder hacerlo si no te la sabes de memoria desde tu teléfono móvil. Es una manera de saludar a María, recordando a la joven de Nazaret que antes de convertirse en tu madre y en la mía, quiso ser Madre de Dios. Y no pienses que es una oración de beatas, propia de nuestras abuelas; es dedicar un momento para acordarnos y agradecerle haber dicho sí para que Jesús naciera de su vientre. ¿Que no clavas la puntualidad?, ¿que se te olvida un día? No pasa nada. ¿Crees que una madre lo va a tener en cuenta? Basta la intención, la buena intención de un hijo que quiere tener presente a su madre.
Con
la fiesta de la Asunción que hemos celebrado el pasado día 15, la Virgen nos
recuerda que esta vida es una romería, somos unos romeros que marchan al mejor de los parajes posibles, el Cielo, para
celebrar eternamente con su Hijo las maravillas que tenemos prometidas.
Ojo que no quiero incurrir en exclusivismos territoriales, la idea la hago extensible a tí amigo lector, amiga lectora, que no eres de Tomelloso, eso sí, te dejo con este video para que conozcas de pasada Tomelloso, "manantial del vino". Espero que te guste, te atraiga y comprendas que mi pueblo también quiero que sea el tuyo.
Ojo que no quiero incurrir en exclusivismos territoriales, la idea la hago extensible a tí amigo lector, amiga lectora, que no eres de Tomelloso, eso sí, te dejo con este video para que conozcas de pasada Tomelloso, "manantial del vino". Espero que te guste, te atraiga y comprendas que mi pueblo también quiero que sea el tuyo.