Posiblemente este sea el post más atípico de cuantos he publicado. Más que opinión aporto cifras y datos. Me parece justo, necesario y oportuno; estamos todavía en plena campaña de declaración a Hacienda, y estimo que es una buena aportación dar a conocer cómo se financia la Iglesia católica. De esta manera aprovecho a la vez, para quitar crédito a la noticia que se ha divulgado en algunos medios de comunicación, acerca de que la Iglesia recibe 11.000 millones de euros del Estado, asumiendo que la modalidad de financiación de la Iglesia es una realidad que muchos todavía tratan de discutir -y aquí incluyo a ciertos partidos políticos con representación parlamentaria y con posibilidades de formar gobierno en un futuro-, por cuestiones ideológicas y anticlericales.
Fue
en 2006 -con entrada en vigor al año siguiente-, siendo presidente del gobierno
de España el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el año en que se llegó al
acuerdo entre el Estado y la Santa Sede para recibir la Iglesia en
España el 0,7% de los impuestos, de aquéllos contribuyentes que voluntariamente
marcan “la casilla de la Iglesia” en su declaración de la renta. Este es el
modo legal en el que la Iglesia cubre aproximadamente el 25% de sus gastos. El
75% restante se hace a través de donativos y colectas. La Hacienda Pública
española se convierte así en mero gestor entre el contribuyente y la Iglesia. No
hay, por tanto, partida asignada. Dependiendo de lo que el contribuyente
declare y decida, la Iglesia obtiene ingresos. Y no siempre van emparejadas el número de contribuyentes con los ingresos recibidos. Tanto es así que en el
ejercicio de 2015, 7.347.612 españoles marcaron la casilla del 0,7%, 55.841 más
en relación al año anterior, pero los ingresos fueron inferiores -249,2 frente
a los 250,3 de 2014-, por tener menos bienes que declarar. También los ingresos de la
Iglesia en cada ejercicio fiscal, va en función de la marcha de la economía española.
¿Y
del tema del IBI? Habrás escuchado por activa y por pasiva que la Iglesia
tiene el privilegio de no pagar el impuesto de bienes e inmuebles. Pues sí, es
así en parte, porque hay otra parte que no, ya que existen bienes que carecen
de esa exención. El régimen fiscal de la Iglesia en España viene determinado
por la Ley de Mecenazgo. Esta ley tiene un régimen especial para fundaciones
(incluidas las de los partidos políticos), asociaciones de utilidad pública,
ONG´s, federaciones deportivas y confesiones religiosas que tienen acuerdos con
el Estado. Es decir, que, de privilegio excepcional, nada, todo dentro de lo
que marca la ley, con el mismo beneficio que otras entidades sin ánimo de
lucro.
La
Iglesia católica, queda claro, no es una lacra económica para el Estado, más
bien es todo lo contrario. El Estado ingresa anualmente 14 millones de
euros en cotizaciones a la Seguridad Social de los sacerdotes, y otros 20
millones de los laicos que trabajan en diócesis y parroquias, sin incluir los
trabajadores de colegios y hospitales.
Según
un estudio de KPMG, una de las cuatro firmas más importantes en servicios
profesionales que ofrece, entre otros, el de auditorías, cifra en más de 22.600
millones de euros la aportación al PIB, por los bienes de interés cultural con
los que cuenta la Iglesia, con más de 160.000 empleos directos.
La asistencia a los más desfavorecidos también es una preocupación que la
Iglesia católica, a través de Cáritas, promueve y destina parte de lo recaudado. En torno a 500.000 personas se ven favorecidas de la labor de
Cáritas, cuyo presupuesto se cubre con el 65% que de un modo u otro procede de
lo que la Iglesia recibe por más de siete millones de españoles, que contribuyen
con ese 0,7 % de sus impuestos.
Con el fin de dar cumplida cuenta de su actividad económica, cada año la Conferencia Episcopal rinde cuentas al Estado a través de la presentación ante el Ministerio de Justicia, de la Memoria Anual de Actividades.
Por
si todavía quedan aspectos que no han quedado suficientemente claros, te invito a ver este vídeo. Así completa la información que se ha querido aportar a través de este blog, sin más merito que dedicar un poco tiempo a conocer los detalles de financiación de la Iglesia en España, fácilmente alcanzable en internet.